viernes, 26 de febrero de 2016

El espacio exterior

¿Qué es el espacio?

En el espacio, nadie puede escucharte gritar. Esto es así porque en el espacio no hay aire: es un vacío. Las ondas de sonido no pueden viajar a través del vacío. 
El 'espacio exterior' comienza a 100 km de distancia de la Tierra, donde desaparece la cáscara de aire que envuelve nuestro planeta. Sin aire para esparcir la luz solar y producir un cielo azul, el espacio se ve como un lienzo negro salpicado de estrellas. Por lo general, se piensa que el espacio está completamente vacío, pero eso no es verdad. Los vastos trechos entre las estrellas y los planetas están llenos de enormes cantidades de gas y polvo, diseminados de manera casi imperceptible. Incluso las partes más vacías del espacio contienen al menos unos cuantos cientos de átomos o moléculas por metro cúbico. El espacio también está lleno de varias formas de radiación peligrosa para los astronautas. Gran parte de esta radiación infrarroja y ultravioleta proviene del Sol. Desde distantes sistemas estelares llegan rayos X, rayos gamma y rayos cósmicos (partículas que viajan a una velocidad cercana a la de la luz) que poseen mucha energía.

El misterio del universo oscuro

La materia común compone todo aquello que podemos ver, oler o tocar. Está hecha de átomos y también es el origen de los planetas y las estrellas.
Todos los objetos compuestos de átomos se atraen entre sí en función de la cantidad de materia que contienen. Esta es la razón por la que un objeto con poca masa, como puede ser una manzana, cae al suelo atraído por un objeto con mucha más masa: la Tierra.

Pero los astrónomos creen que debe de existir otra clase de materia invisible denominada "materia oscura" que se extiende por todo el universo. Tras estudiar la Vía Láctea y muchas galaxias lejanas, han descubierto que la materia visible no basta para explicar la rotación, el tamaño y la forma de esos objetos. La materia normal no sería capaz de generar por sí sola suficiente gravedad para mantener agrupadas las galaxias.

El nacimiento de las galaxias

No podemos ver nada de lo que ocurrió durante los primeros 300.000 años del Universo. Los científicos intentan comprenderlo a partir de su conocimiento de las partículas atómicas y mediante modelos informáticos.
La única evidencia directa del propio Big Bang es un débil resplandor en el espacio. Los vehículos espaciales y telescopios en globos lo ven como un patrón desigual de gas ligeramente o más caliente o más frío, que nos rodea por completo. Estas ondulaciones también muestran los lugares donde las nubes de hidrógeno eran un poco más densas.
A lo largo de millones de años, las áreas densas atrajeron materia porque tenían más gravedad. Finalmente, cerca de 100 millones de años después del Big Bang, el gas se calentó y alcanzó una densidad suficiente como para dar origen a las primeras estrellas.
Las nuevas estrellas nacían a una velocidad 10 veces mayor que en el Universo actual. Los grandes cúmulos de estrellas pronto se convirtieron en las primeras galaxias.









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